La Razón de la popularidad del fútbol es su frecuente imprevisibilidad, muchas veces el que juega bien se va con las manos vacías. Y los que tienen un mínimo criterio de entendimiento futbolístico sabrán que el partido jugado en la siempre fría noche de San Carlos de Apoquindo no dejó a nadie contento, a pesar que dejó un ganador.

Porque Universidad Católica venía de perder con Audax mostrando una mala imagen, y Curicó Unido fue incapaz de doblegar en su casa a Antofagasta, aunque en el caso albirrojo venían con la excusa del Covid, pero hoy se presento en Las Condes con todo su contingente luego de superar el condoro sanitario, mientras que los de Poyet querían acallar las críticas y sacarse la presión previo a su debut en Copa Libertadores en Medellín ante el siempre “chungo” Atlético Nacional.

Pero el partido desde el primer minuto fue una bomba de rabia y desquicio, cuando al minuto 2, un balón milimétrico de Pablo Parra para Bayron Oyarzo, el lineman lo anula, pero la jugada sería revisada por el VAR, las repeticiones demostrarían que el gol es lícito, pero tras cuatro minutos de revisión y tras una descarada intervencion  de los trazalineas, el intento de arbitro Jose Cabero mantuvo la decisión de anular el gol. Por si fuera poco, cinco minutos después, el delincuente disfrazado de réferi no cobra una clarísima infracción de Gonzalo Tapia a Leiva provoca un rápido ataque cruzado que termina en gol de Buonanotte para el 1-0.

Los hinchas albirrojos no sabían qué romper ante lo que veían en la tele, por alguien que por algún motivo odia con todo el alma a los albirrojos, y es que siempre que nos toca Cabero siempre hubo una deliberada parcialidad contra nosotros, mas encima en el VAR estaba Eduardo Gamboa, el mismo que hace cuatro años estuvo casi a las piñas con el alcalde en zona mixta tras saquearnos en un 0-1 con Antofagasta.

Tras el doble golpe, se esperaba que el cuadro albirrojo se viniera abajo anímicamente, pero Palermo se preocupó de levantar el ánimo a sus pupilos y les pidio tranquilidad, y parecía que resultaba, y es que los dos motores del andamiaje cruzado (Aued y Saavedra) no estaban prendiendo como se esperaba, fue alli que la posesión fue totalmente albirroja, aunque eso no se traducía en llegadas al arco. Fueron 30 minutos de bodrio en donde ni Dituro ni Perafán fueron requeridos.

Curicó dominaba los tiempos, tocaba, no la soltaba, tocaba, tocaba. Mucho tiki-tiki guardioliano, pero no Curico no era el City, y cuando el primer lapso expiraba, bastó una paveada del mediocampo albirrojo que intercepta Buonanotte que inició una rapida jugada que cierra con el gol de Zampedri. Si algo pudo mantener intacto La Franja en una discreta noche fueron sus ataques rapidos y certeros, algo que Curicó carecía, mucho libro para atacar. Y Palermo no tardó en encontrar lo que faltaba para llegar al area rival.

Y ese algo se llamaba Leandro Benegas, que entro por Villagrán. y le dió otro plus a los curicanos, que se fueron con todo al arco cruzado, Parra y Oyarzo subieron su nivel y Coniglio, que practicamente ni toco la pelota en el primer lapso, fue mas protagonista. Encontró el gol al 53, precisamente por Benegas. Los locales no respondían, el mediocampo bajó su nivel y las entradas de Marcelino y Lezcano fueron mas un estorbo que un aporte, ahora era Zampedri el náufrago y los de Poyet no tuvieron otra que poner toda la flota de Yanguas atrás, y encomendarse otra vez a San Dituro.

Los albirrojos apedrearon el rancho local en numerosas ocasiones, pero la figura del oriundo de Bigand fue clave para mantener el 0 en su arco, probamos con centros y tiros de larga distancia, pero siempre los excelentes estiramientos del golero fueron eficientes para que la UC se lleve un triunfo, que muy celebrado no fue, porque la cara que dieron, sobretodo en el segundo tiempo, donde ni siquiera tiraron a puerta, da para pensar que jugando asi podrían estar ante otro fracaso en Copa Libertadores, es que es cierto, Curicó no tiene la jerarquía que tienen Nacional de Montevideo o Atlético Nacional de Medellín. El Hincha cruzado tiene razones para estar molesto, y eso que ganaron.

Y Que queda para el hincha albirrojo???, porque la rabia de no ganar por un horroroso arbitraje lo tiene espumando. Pero queda la sensación que mejor perder así que perder por goleada, que era la lógica. Se jugó bien, lo dominó al local, bien, pero saben que no sirve de nada si en la próxima fecha (de local ante Everton) bajan el nivel y pierdan merecidamente, porque para un equipo chico es facil jugar al 200% contra los tres grandes y al partido siguiente vuelven a ser mediocres. Palermo lo sabe, los jugadores lo entienden, que jugando asi todos los partidos, arman una campaña para algo mas que una permanencia por primera vez en nuestra historia.

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