por Rodrigo Jara

Hola, ante todo, gracias por leer.

Hace rato que quería volver a escribir del Curi, pero hay prioridades que debía atender. No obstante, voy a explayarme en base a lo que me deja una nueva partida de un DT albirrojo.

Si bien es cierto, no es primera vez que pasa, ya sería bueno que empecemos a revisar el actuar de varios entes en el contexto de negociaciones o finales de ciclo.

Hoy es Larcamón quien se va, y si bien hay que marcar el mérito deportivo de la manera en la que puso a Curicó entreverado en zona de Copas, mancha todo lo realizado con una negociación rara, que repite un modelo que ya habíamos vivido con la salida de Vera a Grecia, (es harina de otro costal, pero me dieron unos cuántos palos  por opinar /palos = críticas) ergo la teleserie es la misma, salvo por el coronabicho.

Citando a Marc Anthony: ¿Ahora quién?

El que le parezca a la dirigencia, total es resorte y trabajo de ellos. Pero sí, una cosa: Ojalá lo dejen bien amarrado, para que no quedemos como chaleco de mono, porque, hay que recordarlo, estamos en Primera División.

¿A quién reclamar? A la asamblea de Socios. Pidan una reunión y quién quiera pregunte por qué se repite el “modus operandi” de los últimos adiestradores que arrancan por la ventana. Sin hacerse los “Larrys”…

Ahora, más de alguno dirá qué tengo que andar opinando yo, si hace rato que no voy a una práctica. Opino, porque pese a cierta distancia, no necesito salir a cartelearme ni a dármelas de líder de opinión. Opino porque hace mucho rato, desde las épocas más oscuras, llevo a Curicó por Chile como bandera y ciudadanía.

Me despido recordando que no hay que hacerse los Larrys y seguir empujando el carro, porque somos diferentes a cualquier otro club, y lo más importante, los que se han hecho los Larrys ya se fueron… (órale)

Hasta la otra…

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