Una buena y una mala para el popular.
En casi doce horas llegaron noticias de diferentes características para el cuadro que dirige el técnico Gustavo Quinteros. Una desde la sede de la CONMEBOL en Paraguay y la otra desde el barrio de Núñez en Buenos Aires.
La mala.
La Confederación Sudamericana de Fútbol, ente que rige todo el fútbol en esta parte del planeta, dio a conocer la sanción para el cuadro de Macul por los incidentes que se produjeron en el partido de primera fase ente River Plate de Argentina, cabe recordar que los mal llamados hinchas lanzaron objetos contundentes al campo de juego al finalizar el cotejo y un sin numero de personas trató de ingresar al Monumental David Arellano sin entrada y botando un portón de acceso al recinto deportivo.
Por estas infracciones Colo-Colo recibió una multa de 90.500 dólares, los cuales serán descontados de el dinero que la CONMEBOL le entrega a todos los clubes por su participación en el certamen continental.
Además de la multa económica el estadio también fue sancionado con un partido sin espectadores, por lo tanto el partido final de la fase de grupos contra Fortaleza de Brasil será sin público en la graderías.
La buena.
La escuadra “banda sangre” tiene al menos cinco bajas para el duelo de mañana, Enzo Pérez por acumulación de tarjetas amarillas, Juan Fernando Quintero, por un desgarro en su pierna izquierda que se recrudeció en las ultimas horas, y sumarle todo esto al contagio de Franco Armani, Javier Pinola y Tomás Pochettino con Coronavirus en exámenes realizados ayer en Argentina.
Ahora solo queda esperar que sean las 20 horas de mañana para ver si Colo-Colo se puede traer los tres puntos desde la cancha del Antonio Vespucio Liberti.
Cabe destacar que el mejor resultado del popular en la cancha del barrio de Núñez fue un empato, el 5 de Julio de 1967, en un empate por Copa Libertadores, 1 a 1 finalizo el cotejo, con goles de Daniel Onega para los argentinos al minuto 87 y un minuto mas tarde el empate caería gracias al gol de “Chamaco” Valdés.
Foto: RRSS CARP.
Por: Rodrigo Cáceres G.
