Hace solo instantes y a través de todas las agencias de noticias se dio a conocer una tragedia que entristece al fútbol mundial.

Hoy a contar de las 13:00 horas de nuestro país deberían enfrentarse por la final de la Copa del Golfo las selecciones de Irak y Omán, en el Estadio Internacional de Basora, distante a unos 530 kilómetros al sur de Bagdad, la capital iraquí, y nos mantenemos en el “deberían” ya que el partido, al cierre de esta nota, aún no es suspendido.

Ocho horas antes del pitazo inicial, cerca de 80 mil personas, ya esperaban la apertura de las puertas del recinto deportivo, muchos sabiendo que el estadio tiene una capacidad máxima de 60 mil espectadores, de todas formas decidieron tratar de entrar al estadio, esto produjo una estampida humana que hasta este momento deja la cifra de dos personas fallecidas y entre sesenta y ochenta espectadores heridos.

Debito a los históricos conflictos entre Irán e Irak, y desde la revolución que derrocó al Sha de Persia en 1979, este torneo no se desarrollaba en tierras iraquíes.

La Federación de fútbol de Omán, a través de su cuenta de Instagram, les solicitó a sus fanáticos no asistir a las inmediaciones del estadio.

Foto: Agencias.

Por: Rodrigo Cáceres G.

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