El mejor momento y el mejor lugar para disfrutar
Por Marco Llano M.
Foto de Comunicaciones Curico Unido
Ni en las mejores épocas de Marcoleta ha podido Curicó romper quizá el mayor maleficio de su historia, vencer a Rangers en Talca por competiciones ligueras. Solamente en Copas Chile los albirrojos salían airosos del reducto de Alameda y Circunvalación.
Pero la magia de estas rivalidades llenas de bronca y resentimiento mutuo es que siempre tienen equiparidad de probabilidades para triunfar, sin importar la condición deportiva de uno y otro. Y es que el buen equipo de Luvera estaba co-lider junto a La Serena, contrastando con un Curicó institucionalmente cuestionado y saliendo de una pobre gestión deportiva de ya saben quien, que lo tenía penúltimo. Sumado a un aforo reducido y sin visitantes. Todo estaba a pedir de boca para el rojinegro.
Pero al iniciar el partido, varios jugadores piducanos entraron con miedo escénico a la cancha, y el elenco de Riffo se plantó estoicamente en el área rival, llegando con frecuencia a la portería de Rodríguez.
Y el premio llegaria tempranamente al 15, un despeje largo de Cahais parecía que no tendria destino, pero las dudas de los zagueros Felipe y San Juan le regalaron la bocha al quillotano Parada que define de vaselina. Primer balde de agua fria a los por lo menos 6000 hinchas que no daban crédito a lo que veían, peor aún, la oncena rojinegra no respondía. La sensible baja de Gotti hizo perder mucho poder ofensivo a los locales, sumado a la ineptitud de sus volantes Sanhueza y González, quienes fueron devorados por Méndez y Ballini, por las bandas la cosa no era distinta, ya que los jóvenes canteranos albirrojos Pérez y Muñoz se comían ambas lineas. Incluso Curicó se pudo ir al descanso 2-0, sobretodo con una personal de Diego Rojas que se iba elevado.
En el complemento las cosas no iban cambiando y el tortero seguía haciendo y deshaciendo, y tras un aviso de Rojas que con su metro y medio le ganaba un cabezazo a Felipe que es respondido de excelente manera por Rodríguez, el 0-2 que era inminente fue una realidad al noveno minuto del complemento, con un tiro libre servido por Harbottle que le cambió el palo al cancerbero uruguayo.
Luvera empézó a mover el tablero, y sacó al campo a Gonzalo Reyes e Ignacio Ibañez para acompañar a un náufrago Milton Alegre, ya que Santelices casi no tenía acción en su árco. Los cambios surtieron efecto al 65 con un disparo raso de Alegre muy efectivo, golpe anímico y Rangers se iba con todo. Curicó se cansaba y el empate se hacía inminente. Fue asi como al 78 tras una sucesión de rebotes, el mencionado Reyes finalmente empuja el balon en la red. La presión rápida hacia que el rojinegro en 13 minutos conseguía empatar y tiempo había para ganarlo. Pero el fútbol te da momentos insospechados y crueles sobretodo en clásicos.
Y apenas dos minutos después, tras un corner que Harbottle da en el poste, Parada captura el rebote ofensivo, lanza un centro-shot que empalma Ballini que bate a Rodríguez, ante la pasividad defensiva del rival. Primer grito del Campanero con la albirroja, dejando en completo shock al Fiscal, tanto hinchas como jugadores, ya que el golpe caló hondo en los de Luvera, y no supieron responder. Cada ollazo que mandaban se iba a las manos de Santelices, que hizo todo el tiempo que pudo (desde el primer tanto tortero) ante la permisividad del arbitro Assadi, quien recien amonestó al sarmientino al 95′. Pobre arbitraje que mostró muchas menos amarillas que las que debió mostrar, ya que el partido fue de mucha pierna afilada.
Pitazo final y el desahogo brutal de un plantel que se presentó un tanto victimizado y con técnico interino, y que acabó haciendo historia con su primer triunfo en Talca, que puede servirle para recuperar fuerzas y escalar en la tabla, mientras para el Rojinegro fue un golpe al mentón que los aleja de la punta del certamen.