Luego de días de incertidumbre, el regreso del “Clásico del Maule” será sólo con parcialidad piducana.

Muchos hinchas albirrojos se estaban preparando para una importante movilización popular a Talca. Luego de que se pusiera en duda el recinto del Fiscal, existiendo la solicitud de invertir localías, el tradicional reducto talquino recibirá el choque.

Las autoridades, en la tradicional mesa de coordinación previa, tomaron dos decisiones clave: Conservar Talca como ciudad sede y no permitir público curicano, además de un aforo reducido. Todas estas complicaciones externas, sin duda le bajan la expectativa a un cotejo que se pretendía como momento bisagra para Curicó Unido, tras la salida algo tardía del mediocre Francisco Bozán y el empate desabrido ante Temuco con Riffo de interino.

Es que será un partido de extremos: Los rojinegros mirando el torneo desde arriba con cierta regularidad, los curicanos huyendo del ahogo del descenso y con el complejo presente de una crisis interna con todos los entes del club buscando recuperar el control de la situación, que parece algo lejana.

En simple, el domingo el hincha tendrá que sacar el televisor al patio o al balcón al alero de la parrilla…

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